Trabajamos el chocolate.

Al trabar con las mandalas he podido disfrutar no solo de la experiencia que conllevaba el hacer esta práctica, que para mí ha sido increíble, si no que también me he acercado más a compañeras y todas hemos tenido el mismo resultado positivo de esta clase.

Antes de explicar como me sentí en está clase, me gustaría comenzar por explicar que es una mandala, que es con lo que estuvimos trabajando ese día en el aula.

Mándala es un término de origen sánscrito, que significa diagramas o representaciones simbólicas bastante complejas, utilizadas tanto en el budismo como en el hinduismo. Según el Diccionario Sánscrito Inglés, de Monier Williams significa ‘círculo’.

Dentro de las múltiples técnicas de relajación orientales, se encuentra la de pintar mándalas, los cuales son publicados en libros parecidos a los de los libros de colorear de los niños, donde viene el mándala sólo dibujado con líneas y el resto en blanco dispuesto para colorear. Esta técnica de relajación no requiere ninguna disciplina expresa, como puede serlo en otras, ya que quien está haciéndolo lo colorea según sus gustos estéticos e imaginativos. La pueden realizar personas de cualquier edad, siendo además que fortalece la creatividad.

UNA CLASE MUY DULCE.

En la clase del día miércoles 2 de diciembre estuvimos trabajando pintando con el chocolate,nuestras mandalas, una experiencia nueva que me encantó, a continuación os muestro una imagen.

Con esta actividad he llegado a la conclusión que no solo el chocolate es un placer para el paladar si no que, trabajándolo, lo es también para la mente, ya que haciendo las mandalas, hemos dejado fluir todos los pensamientos negativos, dejando nuestra mente limpia y pura.

A continuación os muestro unos vídeos del chocolate... Es un placer muy muy antiguo... ¿Os traen buenos recuerdos, los siguientes anuncios?